Fregadero Industrial

Disponemos de varios tipos de fregaderos:

• Fondo 500
• Fondo 550
• Fondo 600
• Fondo 700
• Para acoplar lavavajillas
• 1 seno 
• 2 senos
• con peto o sin peto
• Con armarios

La altura estándar de los fregaderos es de 80 u 85 cm. Aunque la mayoría disponen de patas regulables en altura.

• Mesas con pila.
• Fregaderos sanitarios.
• Para cubos y fregonas.
• Fregaderos con hueco para lavavajillas.
• Manos libres: son fregaderos con accionamiento del agua con el pie o la rodilla. Privan la contaminación cruzada y son ideales para restaurantes, donde el trabajo con las manos es vital.

• Pila sencilla o doble: podemos encontrar desde largas mesas con dos pilas o cubetas, hasta lavamanos con uno o dos grifos.
• Profundidad de la cubeta: fregaderos profundos para lavado de cacerolas más fácilmente y sin derrames.
• Con o sin bastidor: esto nos permite adaptar nuestros fregaderos al espacio que necesitemos.
• Con o sin escurridor al lado: disponemos de fregaderos sin escurridor, con escurridor para cada una de las cubetas, o con un solo escurridor al lado.
• Posición: la cubeta puede estar situada al lado derecho, izquierdo o en el centro de la mesa.
• Pies: con la posibilidad de regulación de altura.
• Con o sin reborde trasero o peto: esto nos permite una fácil limpieza, y priva que el agua se escurra por detrás del mueble, así como los objetos (tenedores, cuchillos, etc.)
• Tamaños: entre nuestros fregaderos industriales, disponemos desde largas mesas de 2400 mm, con 1 o dos pilas, hasta las de menor tamaño de 700 mm o 48 mm.

Grifería para fregaderos industriales

Muchos de nuestros muebles vienen sin la colocación de grifos, para que cada profesional elija el que mejor se adecue a su trabajo:

• Grifos con pulverizador pre-aclarado.
• Con apliques.
• Grifo mezclador.
• De palanca, con acción de pie o rodilla.
• Grifos con acción de giro completo 360º

Sectores recomendados para comprar un fregadero industrial de acero inoxidable

Sector Gastronómico y hotelero: bares, hoteles, cafeterías, hornos, pastelerías, caterings, campings, albergues, comedores sociales o comedores escolares, etc.

Otros sectores profesionales: hospitales, colegios, industrias, etc.

Es conveniente conocer sus partes, ya así tendremos más claro su funcionamiento y el cómo elegirlo:

• Escurridor: Es aquella parte del fregadero en el que se sitúa la vajilla y los diferentes utensilios, de tal forma que pueda escurrirse el agua y no se quede acumulada en los mismos. Por lo general, a la hora de comprar un fregadero industrial es posible elegir en cuál de los 2 extremos queremos el escurridor. Si las necesidades de la cocina son tales, es posible colocar un escurridor en ambos extremos.
• Cubetas: También conocidas con el nombre de senos, son aquella parte en dónde cae el agua del grifo y, por ende, donde colocaremos los diferentes utensilios que queramos lavar o con los que estemos trabajando. Hay criterios muy diversos que diferencian a las cubetas, como puede ser la profundidad o la cantidad de las mismas que vienen incluidas en el fregadero.
• Bastidor: El bastidor, también conocido como mueble, es una parte del fregadero que tiene el papel de cohesionar las pozas con el grifo. En algunos modelos, el bastidor es una estructura compuesta por patas, mientras que en otros tenemos un mueble mucho más completo que hasta tiene puertas. El hecho de tener todo un mueble abajo puede ser muy práctico, ya que podría suponer la solución de espacio que buscamos.
• Pies: Suponen el punto de unión del fregadero industrial con el suelo y, por ende, lo que se va a encargar de sujetarlo todo. En los establecimientos hosteleros actuales, la tendencia es apostar por unos pies que sean regulables, ya que así podrá adaptarse la altura según lo que se quiera en cada situación. Esto también resulta muy práctico para corregir aquellos desniveles que pueda haber en el terreno.
• Grifo: Obviamente, es una parte del fregadero, aunque no siempre viene incluido. La altura a la que se puede colocar el grifo es un punto muy interesante. Una altura insuficiente no nos dará para llenar cacerolas u ollas.

Un fregadero industrial, tal y como ya hemos visto, está compuesto por una serie de elementos que garantiza su funcionamiento: tenemos la válvula de desagüe junto con el tubo rebosadero, la cantidad de tubas que se requiera, además de un calibre de acero inoxidable que sea bajo (cuanto más bajo sea este calibre, más grueso será el fregadero y más capaz de resistirlo todo).

Antes de empezar a ver los criterios que se relacionan con un buen fregadero industrial, debemos tener presente que se considera una buena opción aquel modelo que se ajusta al espacio del que se dispone, además de contar con ciertos elementos de protección. Un buen ejemplo de ello es la protección anti sonidos: este elemento permite minimizar el nivel de ruido al colocar cualquier utensilio.

Ahora vamos a ver en detalle todo lo que se tiene que estudiar para elegir el fregadero:

Materiales de los fregaderos industriales

Los expertos de negocios hosteleros no se la juegan y apuestan directamente por el acero inoxidable como material por excelencia para dar forma al fregadero industrial.

Estamos hablando de un material que, a diferencia de la madera o el aluminio, no es poroso. Esto nos viene a decir que no incentiva la producción de bacterias, cumpliendo con las normas sanitarias establecidas. Los alimentos que puedan estar en contacto con el acero inoxidable no se contaminarán de ninguna manera, ni se adulterará el sabor de los mismos.

Existen varios tipos de acero inoxidable, cada uno con sus características bien definidas:

• AISI 430: Es un tipo de acero inoxidable que presenta algunas aleaciones de hierro, y de materiales magnéticos. Es muy utilizado en muebles y en diferentes elementos de decoración. No es tan fuerte con los tipos de acero inoxidable que vamos a ver a continuación, y tampoco es demasiado tolerante a las corrosiones.
• AISI 316: Contiene cromo, níquel y molibdeno, por lo que su resistencia a la corrosión es muy elevada. Es perfecto para aquellos entornos en donde la humedad relativa es elevada, evitando así el deterioro del fregadero. También se recomienda para entornos muy ácidos, salinos, etc.
• AISI 201: Tiene una composición muy similar al acero inoxidable AISI 316, solo que con menos níquel y sin molibdeno. Al reducir y prescindir de estos elementos, su resistencia es mucho menor. Por ello, con un mantenimiento estándar, la estética del fregadero industrial puede verse perjudicada en un tiempo de entre 2-3 años aproximadamente.
• AISI 304: Finalmente, tenemos el AISI 304 que es un tipo de acero formado por 18% de cromo + 8% de níquel. Es el más común que se encuentra en el ambiente hostelero y destaca por ser bastante económico y por tener una durabilidad elevada. Si el mantenimiento que se le da es bueno, podría llegar a durar de por vida.

Es muy probable que te preguntes porque directamente nos hemos centrado en el fregadero industrial de acero inoxidable y hemos descartado cualquier otro material. Si echas un vistazo a esta sección de PepeBar, te darás cuenta de que nuestros fregaderos están diseñados en este material.

Estas son algunas razones que te convencerán de la compra:

• Son más resistentes: Los fregaderos industriales de acero inoxidable tienen una mayor tolerancia a los impactos, pudiendo aguantar mejor el paso del tiempo.
• No acumulan bacterias en su interior: Ya hemos visto que el acero inoxidable es un material no poroso, lo que nos viene a decir que las bacterias no tienen espacio en el interior para acumularse. Por ello, este material cumple con las normas de seguridad establecidas por los organismos.
• No afectan a la integridad de los alimentos: El acero inoxidable no afecta ni al sabor ni a las propiedades de los alimentos, ni los contaminan de ninguna manera. El chef podrá estar seguro de utilizar estos fregaderos, a sabiendas de que el producto estará a buen recaudo.
• Son fáciles de limpiar: Aunque si bien es cierto que hay que comprender algunas pautas sobre cómo mantener un fregadero industrial, lo cierto es que son muy sencillos de limpiar. En el último apartado de este texto veremos algunos de estos consejos.
• Son bastante económicos: El acero inoxidable es un material versátil, relativamente sencillo de trabajar. Esto hace que los podamos conseguir a un precio bastante ajustado.
• Tienen una estética única: Además, el acero inoxidable ofrece un estilo brillante muy especial que quedará perfecto en cualquier cocina. Si hemos elegido un tipo de acero inoxidable de calidad (cómo el AISI 304), este considerable estilo durará durante toda la vida.

La elección de la cantidad de cubetas que vamos a elegir dependerá del espacio disponible. Obviamente, un fregadero industrial que tan solo ocupa en seno ocupará menos espacio que otro que tenga 2 senos.

-Si en el negocio hostelero no se cuenta con un lavaplatos, deberíamos pensar en comprar un fregadero industrial con 2 cubetas. Tener tanto espacio nos facilitará la tarea del lavado de los platos: podremos utilizar uno de los senos para lavar la vajilla, mientras que en el otro iremos acumulándola para el proceso del aclarado.

-Si no hay mucho espacio en la cocina, no lo dudes y compra un modelo de un solo seno.

¿Fregadero bajo encimera o sobre encimera?

Esta es otra importante decisión que habrá que tomar.

• Un fregadero industrial sobre encimera se puede adaptar a prácticamente cualquier tipo de encimera. Sin embargo, los expertos recomiendan colocarlos en encimeras laminadas o de madera.
• Si elegimos un fregadero industrial bajo encimera¸ lo más recomendable es que esta sea sintética, de granito o de piedra.

Dimensiones

Para evitar tener que devolver el fregadero industrial por si acaso no nos cabe, habrá que tener muy presente las dimensiones (altura x profundidad x anchura).

La altura no tiene por qué ser un problema si elegimos un problema que cuente con una pata con taco regulable. Esto nos permitirá compensar las irregularidades del terreno, además de adaptarla exactamente a la altura deseada.

Es recomendable coger un metro y medir la zona en la que se va a colocar. En base a los resultados que se obtengan, podrás comparar las dimensiones con las de los fregaderos de esta sección.

Fondo

También hay muchas opciones de fregaderos industrial según el fondo que tengan. Hay fregaderos grandes y de gran capacidad (de entre los 600 y 700), y otros más pequeños que tienen un fondo más reducido, de unos 500.

Según el uso, elegiremos el fondo más adecuado.

Para que el fregadero industrial se conserve en las mejores condiciones, habrá que llevar a cabo un mantenimiento y una determinada limpieza. Ten presente que, en el momento en el que se inicia la corrosión en el acero, esta no se podrá detener. La gran ventaja del acero inoxidable es que no se oxida con el aire en condiciones normales, a diferencia del acero convencional.

Esto es debido a que cuenta con una capa de cromo que es la que realmente se oxida. Así se forma una especie de película de protección que evitará que afecte al acero.

Un error muy habitual que solemos cometer cuando hablamos de un fregadero industrial es pensar que se trata de un material todoterreno que puede con todo… pero nada más lejos: y es que hay algunos productos químicos que le afectarán mucho.

• Tendremos que tener mucho cuidado los productos ácidos, considerados como tales aquellos que tengan un pH inferior a 7,
• También habrá que evitar a toda costa los cloruros, que son aquellos elementos presentes en sales o en lejías.

Aunque estos productos no afectarán directamente al acero inoxidable, poco a poco irán atacando al cromo, llegando a un punto en que la protección de este elemento ya no funcionará. Si se va a aplicar un tratamiento de ácidos o cloruros, se debe hacer siempre bajo nuestra responsabilidad y asegurarnos siempre de que, una vez que hayamos terminado con la limpieza, no quedarán restos de desinfectantes.

Siempre deben utilizarse aquellos productos de limpieza que recomiende el fabricante y según las indicaciones estipuladas. Debemos controlar otros agentes, como el tiempo de aplicación, así como las temperaturas en las que se debería aplicar.

Cuando hayamos terminado la limpieza, aclara con abundante agua para evitar que quede cualquier resto. Asegúrate de secar cualquier resto de humedad en la superficie.

Además, procura evitar la mezcla de productos ácidos con básicos, ya que esto puede ser explosivo, creando sales altamente corrosivas.

• Los desengrasantes pueden ser la solución de limpieza definitiva para acabar con hasta la suciedad más arraigada. Además de seguir las indicaciones anteriores, también habrá que asegurarse de que las temperaturas de aplicación no sean superiores a los 60ºC.
• Otro error que no debemos cometer es empezar utilizando desinfectantes. Y es que estos no limpian por sí mismos, si no que previamente habrá que utilizar productos para limpiar.