Amasadora industrial

Disponemos de una amplia gama de amasadoras batidoras, desde la conocida marca americana KitchenAid, tanto con su gama profesional, Heavy Duty, como la doméstica, Artisan hasta otras marcas como Kenwood, De'Longhi, Buffalo, GMG o Cecotec. Las mejores amasadoras de pan: desde 30 litros hasta para obradores. Si necesitas más información no dudes en contactar con nuestros expertos, estarán encantados de ayudarte. Escríbenos a info@pepebar.com, llámanos o ponte en contacto directamente con el chat y resuelve tus consultas en un momento. ¿Quieres saber más? Lee la guía de amasadoras.

1. ¿Qué potencia tiene una amasadora industrial?

Dependiendo de si el uso que se le vaya a dar a la amasadora es doméstico o profesional, debemos elegir una u otra potencia. Se comercializan amasadoras con una potencia de 200 W, sin embargo, para un uso doméstico y poco frecuente se recomienda comprar una amasadora a partir de 300 W. Una amasadora de unos 500-600 W es apta para un uso más frecuente y profesional y a partir de los 1000 W el uso ya puede ser intensivo para profesionales de la hostelería. 

Ten en cuenta que, por lo general, las amasadoras de gran potencia suelen ir acompañadas de un bol de grandes dimensiones, sin embargo, las dimensiones y accesorios del producto no están siempre ligados a su potencia y es por esto que se deben tener en cuenta también estos dos aspectos. 

¡Ojo! Muchos fabricantes indican en el manual el tiempo de uso recomendado por el fabricante (10 minutos de uso por otros diez de descanso, por ejemplo). 

2. ¿Cuántas velocidades tiene una amasadora industrial?

Una amasadora puede tener mucha potencia y sin embargo no muchas velocidades -el número suele oscilar entre 3 y 16 velocidades-. Este aspecto es importante porque a mayor cantidad de velocidades, más posibilidades de uso se le pueden dar a la amasadora y más profesional es su uso. También es importante mencionar que hay amasadoras que cuentan con velocidades especiales, por ejemplo, la velocidad "turbo" es muy útil para hacer claras a punto de nieve. 

3. ¿Qué funciones tienen una amasadora industrial?

Cuantas más funciones tenga tu amasadora, más cara será. Las funciones van ligadas a los accesorios, explicados a continuación, por lo tanto, cuantos más accesorios incluya la amasadora, más funciones podrá realizar (amasar, mezclar, batir, rallar, exprimir, picar, etc.). 

4. ¿Qué accesorios se pueden poner en una amasadora industrial?

La gama de accesorios que puede traer una amasadora es muy amplia con opciones para rallar, exprimir, picar, licuar, hacer helado, etc. Algunos los llevan de serie -por lo tanto, cuantos más accesorios tenga una amasadora, más elevado será su precio- y otras permiten incluirlos adquiriéndolos por separado. Es importante barajar las funciones que quieres que realice tu amasadora para o bien comprar una amasadora con los accesorios adecuados o bien una con la posibilidad de conseguirlos. Puesto que los accesorios suelen estar en contacto con el producto, es importante que los configuren los mejores materiales -preferiblemente acero inoxidable-

5. ¿Cuáles son los materiales de fabricación de una amasadora industrial?

Los materiales que configuran una amasadora son muchos y muy diversos, desde amasadoras fabricadas completamente de plástico, de una mezcla de plástico y metal y completamente de metal. Las amasadoras hechas totalmente en acero inoxidable suelen ser las más caras pero a la vez las más duraderas, resistentes y higiénicas.

6. ¿Cuál es el nivel de ruido de una amasadora industrial?

El ruido que hace una amasadora al estar en marcha es uno de los factores decisivos a la hora de comprarla. Las amasadoras más silenciosas, a pesar de ser más caras, suelen ser la elección predilecta de nuestros clientes profesionales de la hostelería. Se recomienda comprobar los decibelios de las máquinas y los comentarios de los compradores. 

7. ¿Cómo limpiar una amasadora industrial?

La parte más tediosa de cocinar es siempre tener que lavar y en caso de aparatos tan complicados y con tantos huecos y rinconcitos la tarea es aún más tediosa. Hay muchas amasadoras que son desmontables y aptas para lavavajillas, sin embargo, muchas otras recomiendan el lavado a mano para no dañar el producto así que asegúrate de comprobar este aspecto. 

8. Historia sobre las amasadoras 

Hoy en día todos conocemos la amasadora convencional, un producto industrial especializado en el amasado de ingredientes para posteriormente poder crear distintos tipos de recetas. 

Sin embargo, su historia empezó por uno de los elementos más importantes en la humanidad a la hora de alimentarse, el pan. Se han llegado a encontrar estos productos de alimentación de hace más de 5.000 años, en excavaciones egipcias, incluso en la biblia hay bastantes referencias como ganarse el pan con el sudor de la frente o si el vino regocija el corazón del hombre, el pan es el encargado de fortalecerlo. 

Antiguamente, las mujeres eran las que se encargaban de hacer el pan, aunque durante la época romana, en la Roma clásica, esto cambió, siendo los artesanos profesionales los encargados de la masa, de darle forma, de cocerla y de venderla. 

De hecho, el pan siempre fue elaborado a mano hasta el año 1.787, donde en Viena y Holanda aparecieron las primeras amasadoras. Esto provocó un cambio enorme en los sistemas de producción actuales y supuso el principio del cambio. 

También se crearon harinas más blancas y refinadas, haciendo que los panaderos de la época no tuviesen más remedio que cambiar sus ingredientes y sistemas de producción para adaptarse a ellas. Así se consiguió una significativa mejora en la primera fase del proceso: el amasado. 

Con esta revolución se consiguió que a finales del siglo XIX comenzasen a introducirse en la mayoría de panaderías las primeras amasadoras mecánicas, que para aquel entonces requería de tracción humana o animal. Estas habían comenzado a desarrollarse durante la primera parte del siglo. 

Aunque eran unos elementos bastante toscos, cumplían perfectamente con su función y gracias a su popularidad, sus buenos resultados y la apreciación por todos los trabajadores, nunca han dejado de evolucionar. 

En la actualidad la amasadora es un pequeño electrodoméstico que encaja en cualquier cocina, pero no debemos olvidar sus orígenes y que, gracias a ellos, hoy en día podemos contar con este producto en nuestros hogares y establecimientos de trabajo para ahorrarnos tiempo y preparar deliciosas recetas. 

9. ¿En qué consiste el amasado? 

La mayoría de personas piensa que hacer pan es tarea sencilla, pero dentro de este arte se encierra un proceso complejo donde se utilizan transformaciones físico químicas desde el amasado y la fermentación hasta la cocción. 

El amasado es un factor clave y es necesario hacerlo bien y durante el tiempo necesario. En esta etapa influyen distintos factores, como el tipo de amasadora, su velocidad, ocupación, etc. Es aquí cuando todos los componentes de la harina proporcionan a la masa sus características como la fuerza o elasticidad. 

Conforme el amasado sigue su curso, se forman los llamados microalveolos, que son los encargados de almacenar el gas que se produce durante el proceso de fermentación. También se mejora el agrupamiento de las proteínas, encargadas de que aumenten estos alveolos y que la masa pueda retener más gas. 

Estas proteínas insolubles, al entrar en contacto con el agua, aumentan su tamaño y empiezan a agruparse dando lugar al gluten. Estar constantemente en movimiento gracias a la amasadora, hace que se forme una pequeña película con la grasa que contiene la propia harina. 

¿Existe oxidación? Sí, debido a que existe contacto directo con el oxígeno, pero variará dependiendo de la intensidad del amasado, del tipo de amasadora que se esté utilizando e incluso el volumen. 

Si se acelera la oxidación, el tiempo de amasado disminuye, pero cuando el amasado es corto, baja la oxidación, haciendo que la masa necesite de un mayor reposo para que adquiera sus características plásticas necesarias. 

Esto es un factor importante ya que no es fácil conseguir el tiempo justo para que el amasado no sea excesivo y tampoco necesite un mayor reposo, pero que el horneado dote de un buen sabor a la elaboración. 

De entre todo este proceso, el amasado es la etapa clave y en la que juegan un papel vital las amasadoras. 

10. ¿Qué tipos de amasadoras se pueden encontrar? 

Aunque existen una gran variedad de tipos de amasadoras, vamos a centrarnos en las más utilizadas hoy en día, que son las que disponen de un eje oblicuo, brazos y espiral. 

Un detalle importante sobre la primera es que su fricción es menor, seguida de la de brazos y, por lo tanto, la que más calienta la masa a la hora de cumplir con su función es la de espiral, llegando a conseguir temperaturas entre 8 y 9ºC más que la primera. 

¡Ojo! Con esto no queremos decir que ,estas amasadoras sean malas o que no debas comprarlas, de hecho, son fantásticas para según qué elaboraciones y el resultado es genial, pero sí queremos que tengas en cuenta este dato antes de adquirir una. 

Pero continuemos con lo importante. Supongamos que estamos amasando a una velocidad de unas 1.000 revoluciones por minuto, a velocidad lenta el recalentamiento será la mitad, mientras que, a velocidad rápida, será el doble. A medida que el tiempo de amasado aumenta, la temperatura también lo hará. 

10.1. Amasadora industrial de espiral 

Este tipo de amasadora es una de las que más ha crecido en los últimos años con respecto al resto de tipos. ¿Por qué? Sobre todo, por su rapidez, ya que el tiempo de amasado es reducido. Este sistema se caracteriza porque trabaja con la masa ejerciendo presión de arriba abajo, haciendo que la oxidación disminuya. 

Algunos modelos antiguos hacen que la masa se quede pegada en el eje en espiral ¿El resultado? Se calienta más y el movimiento de la masa es menor. Sin embargo, un pequeño truco para que la temperatura de la masa no sobrepase lo ideal, es contar con un poco de agua fría e incluso pequeños trocitos de hielo. 

10.2. Amasadora industrial de brazos 

Aunque es menos utilizada que la anterior, en nuestro país cuenta con una gran tradición, hoy en día es más utilizada como máquina auxiliar. El uso más común es el de productos de bollería y pastelería o masas blandas, integrales y de centeno. 

El tiempo máximo de amasado es de unos 30 minutos, esto quiere decir que es una amasadora lenta y obliga a introducir la levadura a mitad del amasado para que la masa reduzca su fuerza. Sin embargo, los resultados son muy buenos y si no tienes problemas de esperar este tiempo, no te arrepentirás del sabor final. 

Por norma general, el recalentamiento es bajo, aunque en este punto debemos de tener en cuenta que cuanta mayor harina se utilice, mayor será la oxidación. Como está capacitada para que las masas estén más oxigenadas, la fermentación es más rápida que con otros modelos. 

¿Cómo funciona? Durante el proceso de amasado la masa es sometida a un exceso de fuerza, consiguiendo que el pan, una vez en el horno, tenga un mayor impulso. Sin embargo, no es recomendable utilizarla en panes que ya estén precocidos, ya que existe riesgo de arrugamiento y estéticamente no es lo que estamos buscando. 

Un consejo para masas que sean muy blandas, es no añadir toda el agua antes de empezar a amasar, sino ir incorporándola poco a poco durante el transcurso del amasado. ¿Por qué? Porque de este modo te puedes ahorrar un poco de tiempo de amasado. 

10.3. Amasadora industrial de eje oblicuo 

Por norma general, este tipo de amasadora está equipada con un motor que permite al usuario escoger entre dos velocidades: lento y rápido. La primera es perfecta para el preamasado y masas duras, mientras que la segunda es utilizada para masas blandas. 

Los modelos más avanzados cuentan con movimiento de rotación en la cazuela gracias al impulso de la masa, de este modo se consigue con el propio frenado de los bordes de la cazuela, variar las condiciones del amasado. 

Uno de los aspectos negativos si tenemos esto en cuenta, es que este tipo de amasadoras no está hecho para elaboraciones grandes, ya que se derramaría la harina. Tampoco se pueden hacer elaboraciones muy pequeñas, ya que la masa no agarraría. 

El sistema de amasado es lento, pero el recalentamiento es bastante bajo. Se adapta muy bien a todo tipo de masas gracias a sus dos velocidades. 

11. ¿Cuánto vale una amasadora industrial?

En el mercado actual se pueden encontrar una gran variedad de amasadoras, esto hace que el rango de precios también sea bastante amplio. Lo importante es que establezcas un presupuesto basado en tus necesidades, esto te ayudará a reducir la búsqueda. 

Podemos decir que las amasadoras ?baratas? son aquellas que se encuentran por debajo de los 70 ?, pero esto no quiere decir que sean de mala calidad o que no vayan a cumplir con tus expectativas. 

Eso sí, aquellas que tienen mayor potencia, capacidad o distintos tipos de varillas cuestan algo más. 

Para saber cuál necesitas tienes que conocer qué clase de comida quieres preparar. No es lo mismo si realizas elaboraciones con masas ligeras que pesadas, en el segundo caso necesitarás una que tenga una potencia mayor. 

Llegados a este punto debemos mencionar que los motores de las amasadoras pueden superar los 500 W, superando incluso los 1000 W en algunos casos. Estos motores tan potentes están diseñados para soportar masas que superen los 2 kg. 

En resumen, a mayor complejidad de la máquina, mayor será su precio. Por este motivo es importante saber la utilidad que le vas a dar. 

12. ¿Porqué comprar una amasadora industrial?

Si eres de esas personas que únicamente hace de vez en cuando un bizcocho sencillo o unas pocas galletas, no tiene mucho sentido que optes por una amasadora. Pero en el caso de que sea porque te da miedo manejar una masa, sí es una buena opción adquirir una amasadora. 

¿Por qué? Porque con este electrodoméstico estarás capacitado para realizar casi cualquier receta de repostería y panadería en tu propia casa. Esto es posible gracias a la tecnología que hace unos años hizo que el mundo de la pastelería diese un vuelco, las recetas antiguas eran muy básicas y casi todo el mundo sabía hacerlas, lo peor es que había que batir o mezclar a mano, por este motivo lo que más abundaban eran los bizcochos esponjosos. 

¿Qué distingue a las amasadoras? Sobre todo, la potencia de su motor y la precisión con la que cuentan sus varillas. De este modo se pueden trabajar masas pesadas y obtener la cremosidad que todo el mundo busca. 

De este modo, podemos destacar una serie de ventajas de las amasadoras que las hacen una gran opción: 

• No necesitas sujetar las varillas, la máquina trabaja sola. 
• Puede batir y amasar durante una gran cantidad de tiempo sin llegar a sobrecalentarse. 
• No es necesario dejarla enfriar entre acciones. 
• Se pueden batir ingredientes fríos y conseguir cremas homogéneas que se incorporen perfectamente. 
• La potencia del motor es la encargada de que la emulsión y cremosidad esté a la altura de los mejores profesionales. 
• Conforme se mezclan los ingredientes, no los calienta. Esto es perfecto para evitar que se corten las mantequillas u otro tipo de grasas. 
• Es capaz de batir y amasar en muy poco tiempo. 
• Puede trabajar masas pesadas en pocos minutos y proporcionales una gran elasticidad. 
• Se pueden limpiar fácilmente. 
• Es fácil de utilizar. 
• Dependiendo del modelo que adquieras, pueden venir incorporados distintos accesorios para hacer que se amplíen las posibilidades. 

13. Consejos de uso de una amasadora industrial

Si te has decidido a adquirir una amasadora, pero no tienes ni idea de cómo utilizarla, no te preocupes, nosotros te lo explicamos. 

El primer consejo que podemos darte es que leas los apartados más importantes que vienen en el manual, ya que cada modelo es distinto. En el caso de que el cabezal sea reclinable, bloquea el cuenco en su sitio girándolo un poco en el sentido de las agujas del reloj, hasta que esté ajustado. 

El siguiente paso es alinear los accesorios del lateral de la amasadora con los del lateral del cuenco. Para ello, presiona el cuenco hacia arriba hasta que escuches un chasquido. 

Para asegurar el accesorio en el cabezal debes sacar el gancho y empujar el accesorio que quieres utilizar hacia arriba sobre el pasador, posteriormente haz un pequeño giro en el sentido contrario a las agujas del reloj. 

Ahora que ya tienes la amasadora asegurada, prueba las velocidades empezando por la más pequeña y ve incrementando poco a poco. En el caso de que utilices ingredientes secos, es mejor utilizar las más bajas para que no se salgan. Una vez estén integrados a la mezcla, será cuando puedes incrementar la velocidad. 

Para ajustar la velocidad verás que hay una palanca en un lateral. Nosotros te aconsejamos las siguientes: 

• Velocidad baja (1): Combinar ingredientes secos. 
• Velocidad baja (2): Mezclar lentamente masas pesadas. 
• Velocidad media baja (3): Mezclar masa de galletas o batir claras de huevos. 
• Velocidad media (4): Batir mantequilla o glaseados. 
• Velocidad media alta (5): Merengues y crema batida. 
• Velocidad alta (6): Batir rápidamente pequeñas cantidades, como claras de huevo o cremas. 

Cuando lleve un tiempo la batidora, detenla un momento para raspar los laterales en caso de ser necesario, así no perderás mezcla. Puedes utilizar una espátula. 

Dependiendo de qué ingrediente utilices, necesitarás un tipo de accesorio u otro. Las varillas son perfectas para aligerar masas o batir huevos y cremas, mientras que el gancho viene bien para panes con levadura y masas. 

Por último, pero no por ello menos importante, cuida la amasadora. Guárdala en un lugar donde tenga un acceso fácil, ya que son pesadas, limpia la suciedad y mantenla desenchufada cuando no la estés utilizando. 

14. Recetas  con amasadora industrial

A continuación, os vamos a proporcionar unas recetas fáciles para amasadora, que puedes utilizar sin importar la marca ya que los controladores son muy parecidos entre ellas. 

14.1. Bollos de mascarpone hechos con amasadora

Los bollos de mascarpone son un dulce que enamorará a los pequeños y a los adultos y son el alimento ideal para un desayuno perfecto. También lo puedes acompañar de tu café preferido o rellenarlo con unas lonchas de jamón. 

Dependiendo de la cantidad que hagas, puedes dejar en la cocina a temperatura ambiente los que vayan a ser consumidos la mañana siguiente y el resto congelarlos, así se conservarán a la perfección. 

• Elaboración: 20 minutos 
• Cocinado: 30 minutos 
• Reposo: 3 horas 
• Tiempo total: 3 horas y 50 minutos 

Con los ingredientes que os proporcionamos deberían salir unas 12 unidades, si queréis más lo único que tenéis que hacer es aumentar las cantidades e introducirlo a vuestra amasadora. 

Ingredientes: 

• 250 gr queso mascarpone 
• 60 gr mantequilla 
• 110 gr azúcar 
• 1 huevo 
• 120 gr leche tibia 
• 8 gr levadura seca o 20 gr levadura fresca 
• 550 gr harina fuerza 
• Pizca sal 

Elaboración: 

• En un vaso introduce la leche y añade la levadura, da unas vueltas con ayuda de una cuchara hasta que esté disuelta y déjala reposar durante 5 minutos. 
• Mientras tanto, pon el gancho en tu amasadora e introduce en el cuenco el queso, la mantequilla, el azúcar, el huevo, la harina, la sal y el vaso con la levadura. Utiliza la velocidad lenta durante 3 minutos y la velocidad media durante 1 minuto. 
• Con el resultado de la mezcla forma una bola, enharina un cuenco y ponla ahí. Coge un poco de plástico transparente y extiende ligeramente aceite de oliva sobre él, esto ayudará a que no se pegue la masa al ponerlo por encima. 
• Déjalo reposar durante dos horas para que aumente su tamaño. Recuerda que, en verano, al hacer más calor, los tiempos son más cortos, mientras que en invierno es normal que se incrementen. 
• Pon un poco de harina en la encimera y vuelca la masa. Divídela en pequeñas porciones de unos 80 o 90 gr cada una. 
• Bolea el resultado y ve plegando los bordes hacia el centro hasta que formes una pequeña bolita lisa, sin arrugas. Ponla sobre una bandeja con papel de horno, sepáralas unas de otras. 
• Tápalas con ayuda de un paño y deja que vuelvan a levar entre 30 y 45 minutos. 
• Precalienta el horno a 180ºC con calor por ambos lados. Mientras se calienta, bate un huevo y pincela un poco los bollos para que cojan un color dorado. 
• Hornéalos durante 35 minutos y sácalos a una rejilla. Cuando se enfríen puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima. 

Consejo: En el caso de que la masa te quede muy pegajosa, evita el uso de harina, de lo contrario no se quedarán tan esponjosos como deberían. Si no puedes manipularlos, ponte un poco de aceite en las manos. 

14.2. Tarta de queso y arándanos elaborada con amasadora

Si eres un amante del queso, estamos convencidos de que esta receta no te defraudará. Es muy fácil de hacer y lo único que necesitas es un molde redondo desmontable de unos 20 cm de diámetro. 

Ingredientes para la base: 

• 200 gr galletas 
• 85 gr mantequilla fundida 
• 35 gr almendra cruda molida 

Ingredientes para la tarta: 

• 1 kg queso crema (tipo Philadelphia) 
• 200 gr azúcar glas 
• 1 limón recién exprimido 
• 1 cucharada pasta de vainilla 
• 200 gr nata para montar 
• 3 huevos 
• 3 cucharadas harina normal 
• 200 gr leche condensada 

Elaboración: 

• Tritura las galletas y las almendras molidas hasta conseguir una textura de arena. 
• Añade el resultado en un cuenco e integra la mantequilla fundida. Mezcla bien. 
• Precalienta el horno con calor arriba y abajo a 180ºC. 
• Forra el molde con papel de hornear. 
• Reparte la pasta de galletas en el fondo del molde, puedes ayudarte de una cuchara para hacer una ligera presión y que no queden huecos. Déjalo reposar en el frigorífico durante 10/15 minutos, hasta que el horno adquiera la temperatura establecida. 
• Instala las varillas y agrega el queso, el azúcar, los huevos, el limón, la vainilla, la nata (sin montar) y la leche condensada en el cuenco. Empieza a batir en velocidad media/baja hasta que todo se haya integrado. Después, añade la harina (tamizada) y vuelve a mezclar durante uno o dos minutos. 
• Agrega esta preparación en el molde donde antes habías puesto la base de galletas. 
• Introduce en el horno durante 1 hora. 
• Apaga el horno y déjalo con el calor residual durante 1 hora más. 
• La tarta está hecha, puedes servirla tal cual o esparcir por la parte superior un poco de mermelada de arándanos o de tu preferida. 

Consejo: Si pones la mermelada cuando aún está caliente, se integrará mejor.