Patas para mesa

Patas para mesas

Las patas para mesas son completamente imprescindibles, tanto como si estamos hablando de usarlas para mesas para el hogar, como para mesas de negocios hosteleros.

En este último caso, la pata cobra una mayor importancia: tenemos que pensar que la mesa va a aguantar una gran cantidad de peso, debido a las comandas de los comensales. Por ello, no podemos elegir las primeras patas que nos encontremos, si no que habrá que estudiar el tipo de mesa que tenemos, así como nuestras necesidades, antes de decidirnos por ningún tipo.

A diferencia de lo que muchos piensan, existen muchos tipos de patas para mesas en el mercado, disponibles para elegir en diferentes formas, tamaños y diseños. En esta sección podrás encontrar una extensa variedad de propuestas.

Una breve introducción a las mesas y a sus patas

La mesa es un mueble que todos nosotros tenemos en nuestros hogares. Es tan común que no le damos importancia hasta que nos vamos a vivir a un nuevo lugar.

Las empresas relacionadas con hostelería y restauración conocen la importancia de elegir una buena mesa desde el primer momento. No solo ayudará a que el cliente esté cómodo, si no que estamos hablando de un elemento capaz de crear marca, de potenciar la imagen de marca de cada entidad.

La mesa es un tipo de mueble que sería inventado por una necesidad lógico: se buscaba conseguir una superficie que estuviera a un determinado nivel del suelo, con la idea de darle varios usos. Lo más habitual es que se use para comer, pero también puede servir para colocar cosa encima, para escribir, incluso existen herramientas para hacer todo tipo de trabajos.

Pero se nos olvida de algo que hace que la mesa pueda cumplir con su cometido, con independencia del uso que se le dé, y son las patas para mesas. Estas piezas tienen la capacidad de soportar piezas o placas de materiales muy diversos (puede ser piedra, acero, plástico o un sinfín de plásticos). También se puede utilizar para el tratamiento de materiales algo más delicados, como es el caso del vidrio.

Aunque parezca un invento relativamente nuevo, lo cierto es que las primeras mesas datan del Antiguo Egipto, de hace más de 3000 a.C. Y es que ya los antiguos faraones habían inventado algunos objetos similares que, con el paso del tiempo, terminaría derivando en la mesa actual. Era una mesa primitiva que ya se utiliza para apoyar algunos elementos, incluso hasta para comer.

No sería hasta la época de la Edad Media cuando ya empezaría a utilizarse en pleno apogeo.

Y, por supuesto, cada civilización crearía sus propios tipos de mesas, con patas para mesas muy diversas. Por ejemplo, en el Renacimiento adquiriría un toque de lo más refinado. Algunas se construían con elementos preciados, como el oro.

A día de hoy, existen tantas mesas como usos podemos concebir darles. Teniendo en cuenta que es un elemento en plena evolución, nos queda preguntarnos como serán las mesas del futuro.

La importancia de las patas para mesas

La patas para mesa son el soporte por excelencia que aguanta la tabla en dónde colocaremos lo que necesitamos. Tiene una doble función de entrada:

• Por un lado, deben ser capaz de soportar la estructura, de conseguir que esté perfectamente nivelada para evitar que lo que se coloque sobre la tabla pueda llegar a inclinarse, incluso a caer.
• Por otra parte, también tiene la labor de conseguir una sólida estructura, creando un cuerpo único con la mesa.

Por ello, a la hora de comprar una mesa, no solo es importante fijarse en el diseño del mueble, sino que también habrá que comprobar que patas tiene, el material en el que se ha diseñado, si es o no resistente, el grosor. Por otra parte, también hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de patas de mesa, pero esto ya lo veremos en el apartado siguiente.

Por ejemplo, si se quiere conseguir una buena estabilidad en la mesa, los expertos recomiendan decantarse por unas patas cuyas bases sean planas y anchas. Esto nos garantiza que tendremos un firme apoyo, y que la capacidad de carga que será capaz de soportar es alta.

Por ello, son muchas las mesas las que cuentan con una única pata central como soporte; el único requisito que esta mesa debe cumplir es que el soporte sea lo suficientemente ancho como para aguantar el peso de la mesa, además de el de su carga.

Tipos de patas para mesas

Ahora ya conoces la importancia de las patas para mesas, y que no podemos elegir las primeras que nos encontremos. También hemos aprendido que las patas son casi tan importantes como la propia mesa a la que sostiene y que, sin ellas, no sería nada.

Ahora vamos a estudiar los principales tipos de patas para mesas, clasificadas según determinados criterios.

Clasificación según su material

De acero inoxidable

Las patas para mesas diseñadas en acero inoxidable están diseñadas para durar y para poder aguantarlo todo. El acero inoxidable es un material que puede soportar los cambios de temperatura extremo, la humedad relativa más elevada, así como las condiciones externas más extremas.

Si tienes un negocio hostelero, entonces sabrás la importancia que tiene el hecho de elegir un tipo de patas que puedan aguantarlo todo. Ante el más mínimo descuido, las mesas podrían llegar a mojarse (no solo por la acción de los agentes meteorológicos, sino también por la acción involuntaria de un cliente) y nuestra inversión en patas para mesas de mala calidad se echaría a poder.

El acero inoxidable es un material idóneo para el sector hostelero. Con él, se pueden hacer todo tipo de patas, con un estilo adecuado a lo que busca cada empresa.

De hierro fundido

Las patas para mesas de hierro fundido también son una interesante opción. Son patas que están confeccionadas con diferentes niveles de hierro fundido, lo que nos garantiza una buena estabilidad con independencia del tablero que se coloque encima (siempre y cuando esté en buenas condiciones).

Se considera una base muy resistente, para un uso diario: puede emplearse para cafeterías, bares, para restaurantes, o para cualquier otro negocio relacionado.

Por lo general, no hay mucha diferencia de precio en cuanto al acero inoxidable o hierro fundido a la hora de comprar patas de mesa, aunque este primero puede ser un poco más caro.

De aluminio

El aluminio es un material muy versátil que destaca, sobre todo, por su ligereza. Las patas para mesas de aluminio se caracterizan por permitirnos quitarlas y ponerlas con relativa facilidad, ideal para sitios en los que, por las razones que sean, no se puedan quedar fijas.

Otra de las ventajas del aluminio es que es bastante económico y resistente.

Sin embargo, habrá que asegurarse de que el producto es de calidad, ya que algunos tipos de aluminio no soportan muy bien la humedad. Esto hace que se deterioren en un tiempo récord.

En PepeBar podrás encontrar patas de aluminio ideales tanto para interiores, como para exteriores. Además, también se adaptarán a tableros redondos, como cuadrados, según lo que necesites.

Compra patas de calidad y no tendrás nada que lamentar.

De madera

Las patas de madera para mesa no son demasiado habituales… por lo menos, ya no. Son patas que destacan por tener un estilo algo más clásico, y las podemos encontrar con estilo labrado, torneado, o directamente ser una imitación de madera.

Lo más habitual es que sean patas para otros muebles, no para mesas. Suelen colocarse enroscándose a la base de cada mueble. Por ello, cada mueble tendría que estar preparado previamente para poderse colocar una pata en él.

De plástico

Las patas de plástico son habituales en ciertos establecimientos. Lo más común es que las patas de mesa de plástico no estén diseñadas para durar, que tengan una calidad pésima y que su duración esté lejos de ser longeva.

Suelen decantarse por ellas aquellos propietarios de establecimientos que tienen un presupuesto demasiado ajustado.

 Aunque puedan parecer la opción más económica en un principio, teniendo en cuenta los problemas que podemos tener, es mejor invertir un poco más y ahorrárnoslos.

Clasificación por su tipo de instalación

Patas fáciles de ensamblar

Son el tipo de pata preferido por el hostelero, y en PepeBar apostamos por ese tipo. Debido a la facilidad de ensamblaje, el propietario del negocio podrá colocar la mesa en interiores o exteriores sin que resulte ningún problema.

De lo único de lo que habrá que preocuparse es de revisar las especificaciones del soporte para determinar a que diámetro máximo de tablero se adapta (por ejemplo, a 800mm de diámetro).

Dependiendo del tipo de pata que se compre, y del tablero con el que se cuente, el ensamblaje puede ser bastante diferente.

Unidas

Son aquellas patas que se presentan ya unidas a la propia mesa. No son la opción más recomendable, ya que será imposible de separarlas y esto complicará la manipulación.

Nuevamente, quizá sea una opción económica en un primer momento… pero teniendo en cuenta la larga serie de desventajas que presenta, no merece demasiado la pena.

Clasificación según su altura

Patas de altura fija

Son patas para mesas que se quedarán siempre a una altura determinada. La altura está prefijada para que sea lógica: es decir, para que los comensales puedan estar a gusto.

Pueden ser muy ventajosas, ya que no requieren de un operario que se encargue de regularlas continuamente. Sin embargo, el hecho de que se mantengan fijas también puede limitar un poco las posibilidades.

Patas regulables en altura

Las patas para mesas regulables se pueden adaptar en varios niveles según se requiere. Las patas modernas de nuestros tiempos se han diseñado para que cualquiera pueda regular la altura y, además, lo pueda hacer de manera rápida y sin complicaciones.

El sistema de regulación dependerá de cada modelo.

Patas extensibles o telescópicas

Similares a las anteriores, pero con algunas diferencias importantes. No son muy habituales en mesas de hostelería, pero si en ciertos muebles y mesas par el hogar. Tienen el objetivo de elevar la altura del mueble a la altura justa de la persona que le vaya a dar uso.

Aunque se pueden subir y bajar sin complicaciones, lo cierto es que no es el uso que se les debe dar: el único propósito de las patas extensibles para mesas es ayudarnos a calcular la altura adecuada y conseguir que esté fija a esa altura.

Lo más común es que se atornillen al tablero.

¿Cómo elegir correctamente patas para mesas de hostelería?

Si todavía no tienes demasiado claro qué tipo de patas para mesa comprar, este es el apartado que estabas buscando. Vamos a analizar los criterios más importantes, para que no se te escape nada.

Tipo de material a elegir

Elegiremos el material en base a 2 premisas:

• Diseño: La elección tendrá mucho que ver en relación al tipo de diseño que buscamos.
• Uso: Por supuesto, el uso que se le va a dar a la mesa también influirá en el tipo de pata que se va a comprar.
• Si vamos a colocar la mesa en el interior del local, podemos apostar por un material sofisticado como lo es el acero pintado. Este material lo aguanta todo, es muy resistente y permite conseguir un soporte lógico para evitar que la mesa se pueda volcar si se agrega mucho peso sobre la misma.
• Si lo que nos hace falta es alternar la mesa entre interiores y exteriores, entonces podemos elegir el acero inoxidable. Estamos hablando de un material muy resistente que aguanta muy bien la corrosividad, tanto en el interior, como en el exterior. Resiste los cambios de temperatura, la humedad más extrema, protege la estructura contra la lluvia, etc.
• También tenemos la posibilidad de apostar por al aluminio, siendo un tipo de material económico y ligero. Los expertos recomiendan su colocación en exteriores. De la misma manera que el acero inoxidable, también resiste muy bien la humedad, pero hasta se atreve con los rayos UV. Es una buena propuesta para diferentes situaciones.

Forma del pie

¿Elegimos un pie central, o bien uno de 4 patas? Esta es otra decisión que el dueño del local tendrá que tomar, y estará muy relacionado con el aprovechamiento del espacio.

Esta cuestión es muy relativa, pero parece lógico pensar que la opción del pie central contribuye a aprovechar al máximo el espacio del que disponemos. Tienen un mejor ajuste en cuanto a dimensiones y se pueden adaptar mejor a la decoración del local. En esta sección las podrás encontrar en forma redonda, cuadrada o rectangular.

Si crees que la opción de las 4 patas es la más recomendada, también tiene sus ventajas. Se caracteriza por conseguir una estructura más estable y por ayudarnos con la nivelación de la tabla.

Con independencia de la forma del pie que elijas, debes saber que la puedes encontrar disponible en diferentes estilos: clásicos, vintage, de diseño…

Dimensiones

Lo cierto es que es que las dimensiones del pie son estándar. Es decir, que ya han sido estudiadas por los expertos, con el objetivo de conseguir la máxima comodidad por parte del comensal.

Hay que tener presente que existe una correspondencia con la base del pie en relación con el tipo de tablero que se vaya a colocar. Además, también entrarán en juego otros factores, como el peso y la superficie de la que disponemos.

Imagina que tienes un tablero de madera maciza con un tamaño exacto de 80 cm x 80 cm. Si intentar colocar un pie de 40 cm x 40 cm será un completo error. La mesa en si no resistirá y las patas para mesas para que todo el conjunto esté inestable. En el caso de que un comensal decida apoyarse en un lateral, esto podría propiciar una catástrofe.

Para un tablero de 80 x 80 cm se recomienda un pie mínimo de 45 x 45 cm y par un tablero de 60 cm x 60 cm se recomienda un pie de mínimo 40 cm x 40 cm.

Criterio estético

Además de los criterios anteriores a la hora de comprar patas de mesas, hay algo que no se nos puede pasar por algo, y es la forma de la mesa en relación con la forma del tablero.

Imagina lo mal que podría llegar a quedar el hecho de que elijamos una mesa cuadrada con un tablero y pie redondo. Desde luego, no va a quedar bien, y esto será lo primero que el cliente detecte nada más sentarse.

¡Decídete por nuestras patas para mesa!